Ya está todo preparado, has metido en tu equipaje calzado de repuesto, un chubasquero por si llueve, algo de abrigo para cuando refresque, el cargador de la cámara y… cuando te pones a levantar tus enseres, te das cuenta de que cargar con ellos en tu viaje va a ser una tarea odiosa.
Si tienes pensado quedarte en el mismo sitio durante todas tus vacaciones el contratiempo no dejará de ser una anécdota. Trasladar tus bártulos del coche al alojamiento, del aeropuerto al taxi etc. se puede sobrellevar, pero ¿qué pasa si quieres recorrer distintos lugares? O lo que es más complicado ¿cómo puedes solucionarlo si tu plan es echarte a los caminos para moverte de un lugar a otro a pie o en bici?
Si es tu caso tienes varias opciones, con sus ventajas y desventajas, claro está:
La opción clásica: mochila a la espalda
Probablemente sea la solución más utilizada en los viajes de senderismo o bicicleta. Te mueves constantemente de un pueblo a otro, no pasas demasiadas noches en el mismo alojamiento porque de lo que se trata es de explorar, de descubrir una zona conociendo sus rincones más pintorescos y disfrutando del recorrido. Esta solución pasa por preparar una mochila, tratando de que sea lo más ligera posible y llevártela a la espalda.
- Ventajas: puedes estar seguro de que tendrás todo lo que necesites en el momento oportuno, eso está claro. Es una opción barata, el único coste es tu esfuerzo.
- Inconvenientes: el primer inconveniente lo notarás al poco tiempo de comenzar el viaje en forma de ligero cansancio en los músculos de la espalda, que puede acabar por convertirse en un dolor insoportable que te arruine todo el plan.
La seguridad es otra cuestión que tendrás que tener en cuenta si eliges esta alternativa porque tendrás que convertir tu carga en un apéndice de ti mismo si no quieres que los amigos de los ajeno te den una sorpresa.
En muchos monumentos y museos no se permite la entrada con mochilas, por lo que puedes perderte visitas muy interesantes y enriquecedoras.
Consignas:
Son uno de los recursos más socorridos para estancias breves en una ciudad. Se encuentran normalmente en las grandes estaciones de bus y tren y sus precios son muy variables, en función del destino y el tamaño de tu equipaje. En la estación de Sants, en Barcelona puedes guardarlo por un precio que oscila entre los 4 y los 6 euros al día aproximadamente.
- Ventajas: Normalmente estas taquillas cuentan con vigilancia, por lo que puedes estar tranquilo sobre la seguridad de tus pertenencias, además los precios son bastante asequibles.
- Inconvenientes: está solución solo te servirá en las ciudades y ni siquiera puedes contar con que las haya en todas, solo en las principales. Es decir, si nuestro objetivo es recorrer el Priorat en bici, de poco o de nada nos servirá dejar nuestro equipaje en la consigna del aeropuerto de Barcelona.
Hoteles:
Normalmente en el hotel en el que te alojes te ofrecerán la posibilidad de dejar tus cosas una vez que abandones la habitación y, además, no suele traer aparejado ningún coste adicional.
- Ventajas: dependiendo de cómo sea tu alojamiento, puedes estar tranquilo porque tu equipaje estará seguro. No hay un guardia de seguridad permanentemente en la puerta como en algunas consignas, pero no tiene por qué haber problemas en este sentido.
La mayoría de los establecimientos ofrecen este servicio de manera gratuita.
- Inconvenientes: dejas tu equipaje en el hotel, sales con la bici a hacer una ruta de 30 kilómetros que te lleva a otro pueblo en el que vas a pasar la noche para continuar tu camino al día siguiente ¿cómo recuperas lo recuperas? ¿vuelves los 30 km para recogerlo? Esta opción tiene muy poco sentido en este tipo de viajes.
Foto: S-Cape Travel España.
Que tu equipaje viaje más rápido que tu
Después de un gran día recorriendo los caminos, descubriendo paisajes y participando de la cultura de la zona que recorres lo único que te apetece es relajarte, descansar y disfrutar de la sensación de paz que te inunda. Nada de pensar en el equipaje. En ese caso tienes la opción de que tus pertenencias estén en tu destino sin que tú tengas que encargarte de llevarlas, guardarlas o cargarlas a la espalda.
Foto: S-Cape Travel España.
En los viajes autoguiados suele estar contemplada esta opción. Tú te encargas de decidir cómo quieres pasar el día durante tu viaje, pero como sabes dónde vas a pasar la noche tus cosas estarán esperándote en tu alojamiento cuando llegues.
- Ventajas: esta opción es la más cómoda de todas. Eliminas el problema del peso, de la seguridad y estarás más libre y despreocupado para centrarte solo en el momento que estás viviendo.
- Inconvenientes: a diferencia del método clásico o “a la espalda” tendrás que esperar a llegar al alojamiento para acceder a tu equipaje y esto es una clara desventaja para aquellos que necesitan, como los caracoles, llevarse la casa a cuestas.
Fuentes de referencia:
Barcelona Tourist Guide
S-cape Travel España, “Senderismo y trecking”
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